Los orígenes de la Red de Huertas Orgánicas para la Soberanía Alimentaria de San Francisco se remontan a mediados del año 2021, cuando se convocó a una reunión a líderes y lideresas de iniciativas comunitarias de San Francisco como la de Mingueros, Aldeafeliz, Hagamos Trueque y la Red Económica Local La Tucaneta, para proponerles un proceso formativo sobre huertas verticales, que estaría a cargo de Hernando Niño, reconocido experto en agricultura orgánica. A los invitados a esta primera reunión les pareció muy buena idea y se encargaron de convocar a una siguiente cita a otras personas interesadas en aprender, no sólo las técnicas enseñadas, sino también otros saberes, nuevas miradas y maneras de ser, hacer y vivir, para desligarse de esas formas impuestas por el modelo hegemónico.
A finales del mes de junio de ese año, ya se empieza a aplicar buena parte de los conocimientos impartidos en el proceso formativo y surge la idea de construir colectivamente alternativas agrícolas que respeten la biodiversidad, para el cultivo de alimentos libres de agroquímicos en huertas verticales en espacios reducidos con una alta producción diversificada de alimentos.
Es así como en agosto de 2021 surgió la primera huerta comunitaria que se denominó Compóstate Bien, con unas 25 personas interesadas en aprender más acerca de la agricultura inteligente y controlada y los cultivos verticales, con la intención de aumentar la producción, hacer más efectivo el uso de los recursos y procurarse comida durante todo el año.
Inicialmente el grupo trabajó en el invernadero de una pareja de sus integrantes, consiguiendo un buen volumen en su primera cosecha de espinaca, acelga, rúgula, diferentes tipos de lechuga y algunas especies aromáticas. La producción fue tan buena que hubo excedentes que fueron puestos en venta en la Red Económica Local La Tucaneta con el uso al 100% de la moneda local “tucaneta”.
En el mes de diciembre, mediante la actividad “café del mundo”, se realiza una reunión de balance de las jornadas de trabajo en la huerta comunitaria Compóstate Bien, en la que varios integrantes opinaron que era necesario reinventar el colectivo, hacer una experiencia que pudiera ajustarse a las necesidades del territorio y que fuese replicable en espacios abiertos más comunes para la gente, no en invernaderos. Se propuso que el invernadero de la huerta Compóstate Bien fuese considerado simplemente como una base de aprendizajes y se acuerda sólo disponer de él hasta que se acabara el ciclo todas las plantas sembradas. Se acordó que era importante aplicar lo aprendido en espacios abiertos o al aire libre, tan sólo con el objetivo de lograr la soberanía alimentaria propia y de sus hogares, no para comercializar alimentos.
Se realiza entonces, la postulación de siete fincas o terrenos (la mayoría propios y otros en arriendo), los cuales habitan integrantes del colectivo, para comenzar nuevas huertas comunitarias. Se propuso una agenda de visitas a los terrenos postulados y se definieron criterios para seleccionar los espacios más adecuados para los cultivos, teniendo en cuenta que los sitios sean aptos para:
- Cultivo de comida, plantas aromáticas, plantas medicinales, etc.
- Cultivo de árboles nativos.
- Transformación de alimentos (procesar un recurso).
- Tengan sitios de encuentro (para hacer pedagogía, reuniones).
Del mismo modo, varios integrantes abogaron por que las huertas comunitarias funcionaran en el mismo esquema de las mingas del grupo Mingueros en San Francisco, rotando cada mes el sitio donde realizar la minga. Además, se propuso que se invitara a más personas a integrar el grupo de huerteros y que en cada jornada de trabajo de huerta hubiese actividades propias del cultivo, momentos pedagógicos y un tiempo corto para hacer retroalimentación sobre lo avanzado y lo aprendido en la jornada. También se acordó que en cada una de las huertas se produjera unos alimentos específicos que luego pudieran ser intercambiados por los alimentos diferentes producidos en las demás huertas comunitarias.
Durante todo el año 2022 y principios de 2023, la única huerta comunitaria activa seguía siendo Compóstate Bien. Sin embargo, las actividades del grupo Mingueros de San Francisco siguieron haciéndose y en la mayoría de las mingas, han estado incluidas labores de mantenimiento de cultivos y diferentes adecuaciones de terrenos para la agricultura.
A principios de mayo de 2023 por el grupo de WhatsApp de Mingueros de San Francisco, se convocó a una reunión para socializar el diseño del proyecto Red de Huertas Orgánicas para la Soberanía Alimentaria, que estaba basado en gran parte en la experiencia de la primera huerta comunitaria Compóstate Bien, que tiene como objetivo cultivar alimentos para satisfacer las necesidades de los integrantes del grupo Mingueros y sus familias, en primera instancia y que el proyecto debía sostenerse con los recursos propios disponibles de sus integrantes.
Se aplicó una encuesta para recabar información sobre experiencias de producción de alimentos y otra encuesta para determinar el peso de los alimentos consumidos durante un mes por cada hogar de 40 integrantes del grupo de Mingueros. Con los resultados de estas encuestas y con los aportes de varias personas interesadas, se hizo ajustes a la propuesta inicial del proyecto para lograr su versión final.
Después de la aplicación y de la síntesis, análisis y socialización de los resultados de estas encuestas, se crearon nuevos nodos de producción, aparte del de Compóstate Bien. La creación de estos nodos ha traído aparejada la coordinación de qué alimentos cultivar en general y por cada nodo, teniendo en cuenta la cantidad de hogares que consumen ciertos tipos de alimentos y su peso total requerido para satisfacer la demanda propia. Pero también ha sido la oportunidad de experimentar cuáles son los alimentos que se dan mejor en un nodo más que en otro, cruzando variables como la altura, los tipos de sustratos más eficientes, etc.
Objetivo general
El objetivo general de la Red de Huertas Orgánicas para la Soberanía Alimentaria de San Francisco ha sido definido así:
Cultivar de forma coordinada, colaborativa y orgánica, la mayor diversidad y cantidad posible de alimentos que consumimos, buscando su disponibilidad permanente con una distribución equitativa y justa, y optimizando la energía que se necesita para conseguirlo (dinero, mano de obra, tiempo, materiales, insumos, salud, etc.)
Objetivos específicos
Los objetivos específicos de la Red de Huertas Orgánicas para la Soberanía Alimentaria de San Francisco son los siguientes:
- Disponer permanentemente de comida abundante, saludable, diversa, balanceada y fresca.
- Disminuir gastos de dinero destinado a la alimentación personal y del núcleo famili
- Cuidar la naturaleza (el suelo, el agua, el aire y los demás seres vivos)
- Aprender y enseñar constantemente sobre agroecología y organización comunitaria.
- Inspirar con el ejemplo a más personas y colectivos.
- Ir construyendo un proyecto que se pueda replicar o adaptar en otros territorios y con otras comunidades.
- Fortalecer lazos de amistad y cooperación.
- Incidir en el plan de desarrollo municipal y en la construcción de políticas en el ámbito local que sean favorables al cuidado de los ecosistemas y la producción de alimentos orgánicos diversos de fácil disposición para los habitantes de San Francisco.
Se ha venido pensando en el diseño de una propuesta de distribución de comida mediante trueques directos y/o mediados con la moneda local “tucaneta” entre los participantes de los nodos, para lo cual se ha pensado diseñar un sistema de valoración de alimentos basado en criterios como los tiempos de los ciclos de cosecha, volumen de producción por plantas, tiempo de trabajo destinado y número de cosechas de una misma planta según su especie.
Este proyecto se enfoca solamente en la soberanía alimentaria, pensando en cultivar alimentos para suplir la demanda de los mismos en el siguiente orden de prioridad:
- Primer grupo. Integrantes de nodos de producción y sus familiares con los que conviven.
- Segundo grupo. Los excedentes, es decir, aquello que sobrepase la demanda del primer círculo, podrán ser intercambiados con otros habitantes de San Francisco.
- Tercer grupo: En función de la demanda de alimentos de otros municipios vecinos y de Bogotá.
La Red de Huertas Orgánicas para la Soberanía Alimentaria de San Francisco, se sustenta en principios ecológicos, sociales y económicos.
Principios ecológicos
- Respeto por las diferentes formas de vida del territorio.
- Cuidado del agua y de las diversas fuentes hídricas.
- Aprovechamiento de cada producto y subproducto de los cultivos para el consumo y para la reintegración al ciclo biológico y al ciclo productivo.
- Protección y regeneración de suelos, garantizando su continua fertilidad.
Principios económicos
- Reconocimiento del valor del trabajo, en seis áreas claves: coordinación, producción, distribución, comunicación, sistematización y educación.
- Distribución justa y equitativa de los alimentos cosechados en el marco del proyecto.
- Establecer equivalencias entre los distintos alimentos para favorecer su justo intercambio.
- Disminuir lo más que se pueda el uso de dinero convencional (pesos colombianos) para la provisión de materiales, insumos y pago de jornales en relación con las necesidades del proyecto. La idea es “echar mano” sólo de las personas integrantes del proyecto y de los recursos que ya tenemos a disposición.
Principios sociales
De índole personal
- Compromiso
- Solidaridad
- Afecto
- Reconocimiento
- Escucha activa
- Respeto
- Paciencia
- Insistencia
- Transparencia
De índole colectivo
- Coordinación
- Autonomía
- Autogestión
- Horizontalidad
- Solidaridad
- Diversidad
- Complementariedad
- Diálogo de saberes
- Distribución justa y equitativa de tareas
- Celebración y gozo
En nuestra iniciativa, definimos como nodo de producción a la zona donde se producen alimentos en responsabilidad de una sola persona, una familia o un grupo de personas que cultivan alimentos para su propio consumo y que están dispuestas a producir excedentes con el fin de intercambiarlos con otras personas, familias o grupos que producen otros tipos de alimentos y que también hacen parte del proyecto.
Cada nodo es autónomo para decidir:
- Integrantes.
- Tipos de alimentos que se compromete a cultivar de acuerdo con los tipos de cultivos decididos por el grupo gestor.
- Roles y responsabilidades de sus integrantes.
- Formas de cultivo (siempre que sean acordes a los principios ecológicos del proyecto)
- Agenda de jornadas de trabajo (días, horarios, duración).
- Tareas de cada una de las jornadas.
La planeación y diseño del área de cultivo de cada nodo de producción, se hace de acuerdo con:
- Los tipos de alimentos a cultivar.
- El volumen o cantidad de cada uno de los alimentos según lo demandado por cada nodo de producción y por el total de personas de todos los nodos existentes.
Finalizando el año 2023, el proyecto ya contaba con cuatro nodos de producción de alimentos, que continúan activos en la actualidad, funcionando en predios distribuidos en diferentes zonas y veredas del municipio, reuniendo tanto a personas que habitan el mismo predio, como a integrantes del proyecto que viven en predios cercanos o que simplemente están a gusto con pertenecer a un cierto nodo, así esté no le quede tan cerca. Estos nodos son:
- El nodo Compóstate Bien, en la vereda Pueblo Viejo.
- El nodo Montaña de la Soberanía, en la vereda Tóriba.
- El nodo Muña, con dos terrenos de cultivo en la vereda Muña.
- El nodo San Miguel, en la vereda San Miguel.
Los resultados de las encuestas de producción y consumo nos permitieron elegir un grupo de alimentos a cultivar en los nodos de producción, entre los que se encuentran: maíz, frijol, pepino cohombro, zuchini, rábano, arracacha, pimentón, arveja, maracua o badea, lechuga, plátano, banano, yuca, yacón, tomate de guiso, tomate cherry, frambuesa, naranja, lulo, papa, berenjena y plantas medicinales y aromáticas. Las producciones de cada nodo se han distribuido en primera instancia entre sus integrantes y los excedentes se han intercambiado con los excedentes de los otros nodos (sobre todo en el caso de las ahuyamas, arracachas, lechugas y zuchinis).
También hemos distribuido semillas de lo cosechado para probar su cultivo en los demás nodos y asegurar su disponibilidad la mayor parte del año bajo el esquema de escalonamientos. Incluso se distribuyó semillas de arracacha a otras personas del territorio que no son parte de la Red de Huertas Orgánicas para la Soberanía Alimentaria de San Francisco.
Como cada nodo se ha trazado como meta realizar procesos sostenibles, en el nodo de la Montaña de la Soberanía se han realizado un par de talleres de agricultura sintrópica los cuales han sido abiertos a otras personas, contando con la participación de algunas personas de Bogotá y de los municipios vecinos, para poder extender el conocimiento y las buenas prácticas tanto a los vecinos de la región como quienes quieran iniciar procesos regenerativos. Este ejercicio ha llevado a realizar y aplicar las técnicas de la agricultura sintrópica en las huertas comunitarias y en algunas de las fincas de los integrantes de la Red, sobre todo para mantener el principio del menor esfuerzo y de importar la menor cantidad de materiales o elementos al territorio o nodo que se va a cultivar.
Hemos consolidado el grupo gestor de la Red de Huertas, integrado por dos representes de cada uno de los nodos, para poder mantener nuestros principios de siembra y articularnos para el cultivo y los intercambios de alimentos, haciendo cada vez más orgánicos y sostenibles a los nodos actuales y los nodos futuros que ingresarán al proyecto. Adicional este grupo vela por mantener el tejido y el cuidado de cada uno de los miembros, los principios, y compartir las experiencias y aprendizajes en las reuniones de impulsos.
La Red de Huertas Orgánicas para la Soberanía Alimentaria fue mencionada por el Ministerio de Agricultura en su documento de coadyuvancia a la acción popular interpuesta en contra de un proyecto minero en el Macizo El Tablazo. Esta mención fue estratégica porque logró demostrar que la minería podía afectar a las actividades agrícolas del territorio, lo que estaría en contravía al reconocimiento del campesinado como sujeto especial de derechos.
Uno de los logros más significativos ha sido la realización de la minga social, ambiental y educativa en la IED República de Francia, el viernes 1 de marzo de 2024, que contó con la participación de 48 integrantes del colectivo Mingueros, 14 padres de familia, 12 docentes, 6 niños y niñas de un jardín infantil privado y 70 estudiantes de los cursos 6, 7, 8 y 9º. Es decir que se tuvo 150 personas en 11 frentes de trabajo distribuidos en 8 zonas dentro de la sede principal, que incluían adecuaciones para la protección de un manantial, un mural con motivo ecológico, el mejoramiento de una huerta vivero, la instalación de una lombricompostera, el establecimiento de un punto ecológico para la clasificación y reciclaje de residuos sólidos, y la preparación de terrenos para una milpa, un bosque sintrópico y un bosque de frutales. Cada uno de esos frentes de trabajo fue una oportunidad para compartir saberes con los y las estudiantes sobre diferentes actividades relacionadas con la protección del agua, el suelo, las plantas y el cultivo de alimentos con prácticas sostenibles.